El pasado Sábado dijimos presente en la larga jornada vivida en el Centro Cultural de Lo Prado, donde se realizó el evento Bleeding The False que tuvo como gran invitado a los argentinos, Mortuorial Eclipse, acompañados de un enorme contingente nacional como Homicide, Soulinpain, Falsegod, Terror Inducido, Cuero Chancho, To Kill, Amok Damnation, Possessdeath, Degull, Tower Of Silence y Regnant, y en esta ocasión les traemos nuestro comentario del evento.
Como pocas veces, pero afortunadamente cada vez más frecuente, el evento dio inicio precisamente a la hora que se mencionó en el afiche, bastante temprano en el día, a las 13 Hrs., en la que ya se encontraban en el recinto los puestos de comida, de discos por parte de Australis Records y una distro justo a un lado, y con una cantidad de publico bastante baja de todas maneras empezó la primera banda de la jornada, Cuero Chancho, seguido de los sanantoninos Tower Of Silence y, para nuestra sorpresa, tempranito Possessdeath.
En si el festival tuvo una muy buena organización, se cumplieron los horarios estipulados para las bandas, en promedio unos 45 minutos por cada una junto con un rango de 15 minutos en que una desarmaba su equipamiento y la otra instalaba la suya; el sonido transversalmente potentísimo y bastante revienta-oidos en gran parte de las presentaciones; la presencia de los mencionados puestos siempre es bienvenida; sin embargo la elección del orden de las bandas podría ser debatible, ya que lo esperábamos era que bandas como Possessdeath, Soulinpain, Homicide y Amok Damnation fuesen las que le precedieran directamente a Mortuorial Eclipse, y que ésta como banda invitada cerrara la jornada, cosa que no ocurrió, sino que fue sucedida por Amok Damnation y Degull.
En cuanto a las presentaciones, transversalmente las bandas entregaron por lo bajo una buena presentación, sin embargo la variedad de bandas -entre consagradas, conocidas y otras recién iniciando- entregó varias sorpresas agradables, como los encargados de abrir el evento, Cuero Chancho, que dieron el puntapié inicial dando el golpe en la jeta de entrada más los grandes guturales de Sandy Melany, Tower Of Silence que dio un show poderosísimo y con gran presencia del bajo, igual es el caso de Possessdeath mostrando una combinación de brutalidad y técnisismo en el repertorio entregado -un death metal bastante pesado y veloz junto a pasajes instrumentales bien logrados y elaborados, entre cambios de ritmos y de intencionalidad-.
Más tarde los veteranos, Regnant, con un potente sonido que hizo incapié en el bajo, entregaron además la cuota old school con un thrash metal más inclinado al punk, con la cruda voz y holgura en el escenario de Francisco Verdugo, canciones a la vena y con la grata sorpresa de que los años no les han pasado tanto como mencionaban a ratos. Acto seguido, con más gente ya en el recinto de Lo Prado, se sube Terror Inducido, haciendo gala del set de guturales y también más que correcto manejo en el escenario de su vocalista, Guillermo Esquerra, y potente death metal que indujo a los primeros mosh de la jornada. Luego, cerca de las 6 de la tarde, sigue Soulinpain, que debió ser el acto que tuvo el mejor sonido de toda la jornada, con el nivel justo que entregó tanto nitidez y permitió a la banda proyectar su potencia en el escenario, la suficiente como para hacer notorio los enormes guturales de Nicolás Guinez, la guitarra de Guillermo Malatesta quien a su vez estuvo muy movido en el escenario, y todo aquello que permitió a los de Santiago dar una buena presentación, a pesar de la caída del atril de uno de los micrófonos y uno de los platillos de su baterista.
Ya cerca de las 7, To Kill entregó los primeros acordes en un show que estuvo muy concentrado en lo que realizó su vocalista, quien se las ingenió para tener un buen desempeño como frontman y como cantante, moviendose consantemente en el escenario, frente a una banda que se vio muy estática en comparación pero que entregó un repertorio con canciones como «The Bloody Parts«, con un inicio bastante mid tempo con guitarra limpia donde varían el ritmo y dan un aire más fresco entre tanto tuca tuca de inicio a fin. Luego los penquistas, Falsegod, hacen lo propio con harto movimiento por parte de sus integrantes y haciendo gala de los grandes guturales de su vocalista, quien tuvo un encontrón con uno de los personajes del público pero que no impidió seguir el show con normalidad, con canciones cortas y directas al hueso con espacios bastante acotados entre cada canción que les permitió presentar una cantidad generosa de material de su repertorio. De ahí otros veteranos de la escena de Santiago dicen presente, con Homicide, y la enorme voz de Alejandro Ruiz, que dieron también una gran presentación desde el primer acorde sin recurrir a grandes recursos escénicos, no lo necesitan, y decir más sería repetir lo mismo que hemos mencionado durante gran parte de este reporte.
Como mencionamos más arriba, la sorpresa de que entradas las 10 de la noche se subiera Mortuorial Eclipse, habiendo más bandas aun por subirse, luego de un rato más extendido de preparación entregaron un show enorme, más por el sonido tipo orquestal que entregó el teclado que se acopló maravillosamente con el bajo, que le entregó un tamaño, profundidad y gravedad a cada canción impresionante. Esa sensación oscura, casi tétrica, y a la vez épica fue la nota alta de la larga jornada, que permitía abstraer la atención de lo que ocurría en el escenario a ratos, sin entregar un gran y elaborado desplante escénico, si que la música fue la gran protagonista en esta oportunidad, que se vio empañado con los nunca bien ponderados acoples y algunos errores desde la mesa al inicio de su presentación, en la que la voz no sonó al inicio de la primera canción y lo despacio que sonó el teclado, errores que fueron corregidos rápidamente.
Más tarde Amok Damnation y Degull se subirían al escenario, sin embargo no pudimos estar presentes en sus respectivas presentaciones dado que tuvimos que retirarnos previamente por problemas de fuerza mayor y no podemos sino pedir disculpas a la organización y a las bandas restantes por no poder estar presentes. Sin embargo no quita el hecho de que a estas alturas ya el veredicto era el de que fue un buen festival, en la que durante todo el día hubo cantidades más que suficientes de comida y bebestibles para aplacar la sé de todos los asistentes, puestos de discos con material de bandas nacionales y extranjeras -en CDs y vinilos, incluyendo ediciones especiales y de lujo-, un buen trabajo en el control de los tiempos de presentación de cada banda y del tiempo en armar la siguiente; el sonido, más allá de que a ratos se hacía innecesario que fuese revienta-oidos con tanta constancia, no sólo cumplió a cabalidad, sino que fue el gran acompañante de varios de los shows vistos.
Lastima, si, que la asistencia estuvo por debajo del ideal, el cartel daba como para tener una mayor cantidad de chascones presentes, pero se comprende que de entrada el factor fin de semana largo pudiera haber afectado la presencia de gente y en una próxima ocasión, en un lugar diferente, se realice una nueva versión en la que pudiesemos ver a más gente.
Comentario: Juan Eduardo Lagos
Fotos: Paula Cantillana
Agradecimientos a Monomandinga por le invitación a realizar la cobertura del evento.
Mención honrosa al chascón con la mochila que se la pasó recostado en el piso y le dedicó un 1+1 a Possessdeath.
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