Con más de 10 años, Desire of Pain es una ya conocida en la escena actual, siendo «Immensity» su esperado segundo álbum, luego del muy bien recibido «Fragments of a Crystalized Absence«.
De la alineación de su primer disco, sólo persiste en esta nueva entrega Sebastián Silva, líder, vocalista y guitarrista de la banda, quien es acompañado de excelente manera por Alejandro Vásquez en batería, Marcelo Fuenzalida en guitarra y Misael Torres en bajo. Dados estos cambios, y teniendo a Sebastián como compositor principal dentro de la banda, se podría esperar que los cambios en las composiciones respecto a su disco anterior no sean demasiados y la verdad es que esta premisa no se cumple, para bien y para mal.
Si bien algunos puntos como la interpretación de los temas por cada uno de los músicos sigue la esencia en ambos discos – nivel superlativo en lo instrumental – hay cambios melódicos y de ambientes que denotan un grado de madurez mayor en este segundo disco. Partiendo por el tema «Everything», que sirve de apropiada introducción para este trabajo, generando un ambiente de calma que se repite en otro pasajes de los demás temas.
«Ascension», el segundo tema, es un perfecto compendio de casi todo lo que hay en este disco. Pasajes brutales, voces guturales y limpias, mucha melodía en guitarra, y un excelente trabajo en cada integrante. Recalco este último punto porque es un tema a destacar, sobre todo lo hecho por Misael Torres en bajo. En cada pasaje donde puede sobresalir, lo hace de excelente manera. El tema en sí destaca por ocupar la cuota justa de todos los elementos que lo componen, para obtener un producto preciso. No hay pasajes en extremo largos ni mezquinamente cortos. Muy buen tema.
Siguiendo con las canciones, «Vertigo» sigue la esencia del tema anterior, inclusive en lo que para mi es un poco el punto bajo de los 2 temas comentados hasta ahora (excluyendo la intro). Los pasajes guturales con guitarras extremas, específicamente al inicio de cada tema, no son tan bien logrados como en su placa anterior. Encuentro ambos riffs sin mucha inspiración. Pero basta que lo pesado dé paso a lo melódico para que el tema se compense, en mi opinión. No quiero decir que la banda sea incapaz de aportar pasajes guturales con blast beats y guitarra disonantes, pero comparando estos pasajes con su primer disco, no son tan bien logrados en esta oportunidad. Sin embargo, la inclusión de secciones con cambios de ritmos, melodías e instrumentos atípicos (ya cada vez menos en realidad) como un saxo, cuajan a la perfección. La voz limpia, sin ser de una calidad abismante, cumple con su cometido. En resumen, lo que critico no supera a lo que destaco, por ende haciendo la suma y resta, tenemos un tema muy bien logrado.
«Eternal», el cuarto tema, viene un poco a corroborar lo que mencioné anteriormente. Este interludio a mitad del disco demuestra la naturalidad con la que los pasajes melódicos existen en este disco, y sirve como buena introducción para el tema más arriesgado del disco: «Trascendence». Se me viene a la mente canciones de Toby Driver de los norteamericanos Kayo Dot. La voz sobre todo, la cual no destaco de sobremanera en lo melódico en temas anterior, acá funciona a la perfección. Va de la mano junto a los tranquilos acordes de esta canción, que a pesar de ir subiendo en intensidad conforme avanza la canción, no deja nunca de lado la veta melódica y suave de principio a fin. Excelente tema. Demuestra que la banda, aunque quizás perdió un poco de precisión en lo compositivo respecto a su primer disco, ganó en querer aventurarse a otros pasajes no explorados antes, al menos, no tan en profundidad. Muy buen tema.
El sexto tema, «Aeon», cierra de buena forma este disco con casi todos los elementos que cuenta este disco, pasajes brutales muy bien logrados, voces extremas que cumplen de buena manera y calidad en la ejecución. Vuelvo a insistir en el tema del trabajo en el sonido y los músicos. Se pueden tener excelentes ideas, pero que si no se cuenta con músicos que entiendan lo que se quiere lograr, poco o nada pasa con dichas ideas. Acá la banda se escucha como un todo, una conjunción de individuos que trabajan de excelente forma para dar vida a las ideas que se desean plasmar.
Resumiendo, y para finalizar, se denota claramente una madurez como banda – en realidad, madurez compositiva en Sebastián Silva – en este trabajo respecto al anterior, en el cual aunque se extraña esa precisión en el trabajo de las melodías de guitarra, sí se agradece la capacidad de aventurarse hacia otras cosas no hechas antes. Una jugada arriesgada puede hacerte tropezar olímpicamente, o bien dar gran paso hacia adelante, y esto último es lo que ha logrado Desire of Pain como banda. Un disco muy recomendable para amantes del Death Metal progresivo.
- Álbum
Desire of Pain – Immensity- Formato revisado
Digital- Grabación
Agosto – Septiembre 2017- Lanzamiento
Julio – 2018- Género
Death Metal Progresivo- Listado de canciones:
- Everything
- Ascension
- Vertigo
- Eternal
- Trascendence
- Aeon